La modalidad del engaño telefónico atraviesa una etapa singular. Aunque no pueden descartarse nuevas víctimas, la gente parece haber aprendido la lección.
En los secuestros virtuales o engaños telefónicos la eficacia no es lo más importante. Se sabe que para obtener una víctima los delincuentes realizan decenas de llamadas y que en la paciencia está su virtud. Sin embargo, en los últimos tiempos las autoridades policiales advirtieron una merma significativa en esta modalidad, principalmente por el conocimiento y prevención de la gente.
“Hay entre cinco o seis denuncias semanales de episodios de secuestros virtuales pero todos ellos son frustrados por las propias víctimas” confió una fuente policial a este medio.
Los “secuestros virtuales”, como son conocidos popularmente, son un ardid consistente en convencer por medio de una llamada telefónica al interlocutor de que un familiar suyo está cautivo. Como habitualmente se efectúan en horas de la madrugada, la víctima suele no estar con sus facultades de lucidez óptimas. El desconcierto se suma a la desesperación en una mezcla que compone una situación de marcada vulnerabilidad.
Entonces los delincuentes, que fallan en la mayoría de los intentos, consiguen timar a una persona -casi siempre entrada en años- y les exigen dinero u objetos de valor.
Algunas bandas con mayor logística emplean a mujeres por si la contigencia implica que el “secuestrado” sea adolescente. El llanto y la voz femenina contribuye para convencer a la víctima de que todo es cierto.
Sin embargo, en las estadísticas más recientes en base a las denuncias hablan de una actividad moderada de engañadores telefónicos.
Precisamente en su página de Facebook, el locutor Nico Corradini narra lo que le sucedió ayer y cómo dos de esos intentos delictivos fracasaron.
Pequeña anécdota de ayer Viernes 8 de Abril en Mar del Plata. Tomate un minuto y leela, que es información ú…
Posted by Nico Corradini on sábado, 9 de abril de 2016